El Poder Electoral, en manos del oficialismo, quebranta las reglas de juego de la democracia y viola la Constitución con dos recientes decisiones que ponen en entredicho la realización del referendo revocatorio presidencial. Las nuevas restricciones a la participación ciudadana entorpecen la salida democrática a una crisis política y social que ha empobrecido a la población.
Revocatorio en 2016
o 2017
Hay dos escenarios. Aunque Nicolás Maduro fue electo el 13 de abril de 2013, a efectos del revocatorio el CNE toma en cuenta el 10 de enero para contabilizar el período de mandato.
Entonces, de ser revocado en 2016, siguiendo lo dispuesto en el artículo 233 de la Constitución se procedería a celebrar nuevas elecciones presidenciales, asumiendo provisionalmente el vicepresidente de la República.
De ser en 2017, el vicepresidente ejecutivo asume la Presidencia hasta completar dicho período. De allí la insistencia de la MUD por un revocatorio este año que permita un cambio de gobierno.
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Sin explicaciones que justifiquen las decisiones tomadas por el directorio del Consejo Nacional Electoral (CNE), con respecto a la recolección del 20% de manifestaciones de voluntad para el referendo revocatorio al presidente Nicolás Maduro, el órgano comicial impone condiciones que violan la Constitución al limitar la participación ciudadana, disponiendo no solo de un número de máquinas y centros de votación insuficientes, sino que a pesar de tratarse de un proceso presidencial, exige que se realice por estado.
Solo el rector Luis Emilio Rondón salvó su voto e informó parte de las condiciones establecidas por el CNE para la fase que se desarrollará el 26 y 28 de octubre, de 8:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, y de 1:00 a 4:00 de la tarde.
Se trata del mismo horario establecido para la validación del 1%, cuya experiencia recuerda las miles de personas que quedaron fuera del proceso por la poca disponibilidad e incoherente distribución de las máquinas captahuellas.
Temor al plebiscito
La disposición de que la recolección del 20% de firmas se haga por estado y no en circunscripción nacional, pese a tratarse de un referendo revocatorio presidencial, y no de gobernador o alcalde, dejan en evidencia la obstaculización para la activación del mecanismo, a consideración de que de no cumplirse la meta en alguna entidad, podría anularse el proceso.
Otra de las estrategias aplicadas por el CNE, en un intento por proteger al presidente Maduro de un plebiscito, es precisamente el número de máquinas y centros habilitados. Serán 5.392 máquinas en 1.356 centros de votación en todo el país.
Los cálculos estiman que, manteniéndose el promedio y la tendencia con base en la experiencia de la validación del 1%, podría cumplirse la meta del 20%, mas no superarla aventajadamente como ocurrió en la fase anterior.
Esto evitaría que la recolección de firmas se convierta en un plebiscito a Maduro y un revocatorio indirecto, en caso de que llegaran a recolectarse 8 millones de firmas, los votos que se necesitarían para revocarlo.
Próximos pasos
La MUD insiste en la posibilidad de un revocatorio en 2016, impulsado a través de la presión social hacia el CNE. No obstante, un comunicado del ente electoral confirmó su intención de favorecer al gobierno y llevar el revocatorio a 2017.
Posterior a la recolección del 20% de firmas, el CNE dispondrá de cinco días continuos para la recepción de actas, previo al plazo de 15 días hábiles para la verificación de las manifestaciones de voluntad, que fija la Resolución N° 070906-2770, y dos días hábiles para la declaración de procedencia o improcedencia.
Esta fase culminaría a finales de noviembre para proceder, de cumplirse con los requisitos, a convocar en un período de tres días hábiles al referendo revocatorio; es decir, a principios de diciembre.
El artículo 30 de la mencionada resolución establece que “la celebración del referendo revocatorio de mandato se llevará a cabo dentro de los 90 días continuos siguientes a su convocatoria”. Aunque pudiera celebrarse antes, el CNE asomó la disposición de usar el lapso máximo y realizar el proceso a mediados del primer trimestre de 2017.
De Chávez a Maduro
El exrector Vicente Díaz cuestiona la inconsistencia con el número de máquinas para recoger el 20% de manifestaciones de voluntad, comparando las 5.392 captahuellas a habilitar para esta fase, mientras que para las primarias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se usaron 8.500.
Además, es uno de los tantos que recuerda que cuando el referendo revocatorio al presidente , realizado el 15 de agosto de 2004, se tomó en consideración la circunscripción nacional para la recolección del 20% de manifestaciones de voluntad.
En aquel entonces, la extinta Coordinadora Democrática promovió el revocatorio en agosto de 2003, firmas que el CNE rechazó alegando que fueron recogidas prematuramente por no haberse cumplido la mitad del período gubernamental.
Este argumento difiere ahora con el predicado por voceros del gobierno, quienes insisten en que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) debió iniciar en enero, a pesar de que legalmente Maduro cumplió la mitad de su mandato el 13 de abril de 2016.
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