Parece que la mejor manera de comenzar este aΓ±o es hablando bien del mal (no bien a favor, sino bien correctamente). Es que la humanidad, como le suele suceder cada cierto tiempo, pasa por uno de esos bajones βcasualmente- de humanidad. Un conocido dicho popular, a modo de consuelo, nos dice: βno hay mal que dure cien aΓ±osβ¦β. Puede que sea cierto, pero la historia revela que 18 y hasta menos, son mΓ‘s que suficientes para causar las peores catΓ‘strofes, que suelen ser las que el ser humano se produce a sΓ mismo.
A lo largo de la historia, escritores, poetas y filΓ³sofos han metido su cuchara en esto del mal y la maldad: Albert Einstein, por ejemplo, dijo: βEl mundo no estΓ‘ en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldadβ. Bueno, el comentario es bastante relativo, porque muchas veces la maldad es una de las cosas mΓ‘s democrΓ‘ticas que hay, al punto que a veces llega al poder por el voto popular, como sucediΓ³ en la Alemania de la cual Γ©l hubo de huir. Sin embargo, no deja de ser cierto que la complicidad hace mucho daΓ±o. Mucho mΓ‘s precisa es la frase de Edmund Burke, el filosofo irlandΓ©s que tanto indagΓ³ sobre lo bello: βPara que triunfe el mal, sΓ³lo es necesario que los buenos no hagan nadaβ.
Pero a la hora de definir el mal, el diccionario de la Real Academia poco ayuda: βlo contrario al bienβ, vale, como dirΓan los espaΓ±oles. Busquemos entonces quΓ© cosa es el bien: βEn la teorΓa de los valores, la realidad que posee un valor positivo y por ello es estimableβ. AjΓ‘, pero en los valores de quiΓ©n. Un terrorista que se abalanza con un camiΓ³n sobre una multitud inocente, cree fervorosamente que eso le llevarΓ‘ al paraΓso. La humanidad parece haber convenido en que la vida es un bien estimable, pero basta que para unos pocos la muerte en nombre de Dios se convierta en un bien estimable, para que se nos tranque el serrucho epistemolΓ³gico.
Dicho de otra manera, el problema del mal en los tiempos que corren es bastante complicado. Porque aquellos que a mΓ me parecen malvados piensan exactamente lo mismo de mΓ (yo veo el canal 8). Solo hay una diferencia y esta es: hasta donde estΓ‘ dispuesto a llegar Γ©l y hasta donde estoy dispuesto a llegar yo. Como yo no estoy dispuesto a daΓ±ar a nadie por mi nociΓ³n del bien y del mal y ellos sΓ, estoy en una profunda desventaja y sin duda serΓ© tarde o temprano derrotado, vencido y quien sabe se hasta exterminado.
En otras palabras, a estas alturas de la evoluciΓ³n del homo sapiens sapiens, el aΓ±o 2017, el ser humano no ha encontrado aun un camino de progreso, paz y convivencia universalmente aceptado. El bueno, el verdadera y autΓ©nticamente bueno estΓ‘ condenado a ser exterminado o sometido por malo que tambiΓ©n se cree verdadera y autΓ©nticamente bueno, pero cuya βbondadβ no conoce lΓmites a la hora de imponerse al otro.
Al bueno-bueno no le queda otra opciΓ³n para sobrevivir al bueno-malo que convertirse tambiΓ©n en bueno-malo, con lo cual al final la lucha de la humanidad es entre malos y malos. O.K. creo que me estoy enredando mucho y uno no es que sea SΓ³crates que decΓa que el hombre sabio solo puede buscar el bien, ni mucho menos San AgustΓn que exponΓa que el mal no existe, que solo es ausencia de bien y a lo que no existe no se le teme.
Yo lo que sΓ© decirles es que comienzo este aΓ±o 2017, como se dice en criollo βcomo palo eβ gallineroβ (con perdΓ³n de las nuevas generaciones que nunca vieron un gallinero) con el mal que percibo en el pedazo de humanidad en la que habito y en el resto de ella. Finalizo con esta reflexiΓ³n de Friedrich Nietzsche, por lo demΓ‘s oportuna: βQuien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo tambiΓ©n mira dentro de tiβ.
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