Por AndreΓna Aponte
CARACAS (Reuters) - NiΓ±os descalzos, vestidos con ropa sucia y harapienta, gritan y aplauden cuando cada domingo se acerca la caravana de carros que se abre paso en las transitadas calles de Caracas.
Los voluntarios bajan de sus vehΓculos y entregan sopas y vestimentas para los niΓ±os que esperan emocionados, tras haber llegado desde Charallave, una ciudad dormitorio a unas horas de la capital venezolana.
"Esto naciΓ³ porque vemos todos los dΓas en las calles de Caracas y de Venezuela, gente que estΓ‘ comiendo basura, no solamente indigentes, sino personas que van al trabajo y simplemente no les alcanza para comer", dijo Diego Prada, un empresario de 28 aΓ±os quien comenzΓ³ en diciembre esta iniciativa con sus amigos, movidos por la grave crisis econΓ³mica que afecta al paΓs petrolero.
"Haz la diferencia" es uno de los muchos proyectos de solidaridad que han surgido en Venezuela, un paΓs que atraviesa su cuarto aΓ±o de recesiΓ³n econΓ³mica, lo que ha obligado a muchos a saltarse comidas por los altos costos y la escasez de alimentos.
SegΓΊn una encuesta de finales de 2016 conducida por la firma privada Ratio/Ucab, un 68,3 por ciento ha tenido que pedir dinero prestado para comprar comida, un 30 por ciento ha recibido alimentos regalados, un 8 por ciento reconoce haber comido de la basura y un 5 por ciento haber mendigado.
Y de acuerdo a otro reciente estudio de tres universidades venezolanas, el 93 por ciento de la poblaciΓ³n no tiene ingresos suficientes para comprar todos los alimentos necesarios y un 73 por ciento ha perdido peso en el ΓΊltimo aΓ±o; 8 kilos en promedio.
Empresas, comunidades religiosas, individuos preocupados por el tema y hasta un grupo de chef y dueΓ±os de restaurantes de lujo han iniciado fundaciones en los ΓΊltimos meses para servir comida, donar ropa y suministrar ayuda a los hospitales e instituciones de caridad que luchan por mantenerse a flote.
Acostumbrados a vivir en una de las naciones mΓ‘s ricas de la regiΓ³n, los venezolanos se sorprenden al ver el creciente nΓΊmero de personas que intentan obtener comida hurgando en la basura.
Los crΓticos culpan al gobierno socialista de los problemas econΓ³micos de Venezuela, que se han visto exacerbados por la caΓda del precio del petrΓ³leo. Pero el presidente NicolΓ‘s Maduro asegura ser vΓctima de una "guerra econΓ³mica" de la oposiciΓ³n y los empresarios, respaldada por el gobierno de Estados Unidos.
"Si la burguesΓa le esconde los alimentos, yo se los llevo a su casa. La producciΓ³n nacional debe estar dirigida al pueblo venezolano para vencer la guerra de los bachaqueros (revendedores) y la guerra imperialista", dijo Maduro este mes inaugurando una fΓ‘brica empaquetadora de las bolsas de los "CLAP", un polΓ©mico sistema gubernamental de venta de alimentos subsidiados.
Las personas interesadas en comprar la "bolsa CLAP" deben inscribirse en el consejo comunal que sirve a su zona y pagar por adelantado por los alimentos que importa o compra el Gobierno. Pero voces crΓticas dicen que aunque su precio estΓ‘ bastante subsidiado, su distribuciΓ³n es errΓ‘tica y su contenido muchas veces no es suficiente nutricionalmente.
En Caracas, seis de los restaurantes mΓ‘s elegantes y prominentes cocineros se han unido para formar una organizaciΓ³n llamada "Barriga llena, corazΓ³n contento", que colabora con comida para una casa de ancianos y un hospital infantil desde mediados de 2016.
Cada uno toma un dΓa para entregar sopas y colaborar con la causa.
"En ocasiones hemos estado ya con el ΓΊltimo paquete de espagueti, pero gracias a Dios, en el momento mΓ‘s crΓtico siempre nos llega una donaciΓ³n", dijo MarΓa FΓ‘tima RamΓrez, una paciente de 55 aΓ±os en un hogar para ancianos de una populosa barriada en el oeste de Caracas.
(Reporte adicional de MarΓa RamΓrez en Ciudad BolΓvar y Anggy Polanco en San CristΓ³bal. Editado por Juana Casas)
http://lta.reuters.com/article/topNews/idLTAKBN16T2HG-OUSLT?sp=true
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